A Mallory Vayle le interesan las cosas normales, los libros sobre ponis y, desde luego, NO hablar con muertos. Pero cuando el carruaje de sus padres se cae del puente Gibbett, un accidente para el que no parece haber explicación, es acogida por una extraña tía a la que la familia había repudiado años atrás y llevada a su nuevo y espeluznante hogar. La tía Lilith, una vidente charlatana, no tarda en sacar provecho de las prodigiosas habilidades de Mallory para hablar con los muertos y empieza a anunciar grandes sesiones de espiritismo (con entrada, claro) en su periódico espiritual.
Los fantasmas de sus padres también se instalan en la casa, pero son cruelmente arrebatados por la sombra de Hellysh Spatzl, el nigromante más tétrico y malvado de toda la historia. Para recuperarlos, Mallory tendrá que aprender a utilizar los talentos que odia y resucitar a la vieja bruja. ¿Su maestro? Una calavera parlante llamada Maggoty, que quiere algunos favores a cambio de su ayuda: no sólo una preciosa peluca rubia y unos pendientes brillantes, sino que Mallory rompa la maldición que dejó encerrado su espíritu dentro de su propia calavera durante 500 años. Mallory tendrá que confiar en sus habilidades y seguirle la corriente al malvado Hellysh Spatzl para recuperar a sus padres.
Tan oscura como La familia Addams, esta novela es realmente divertida y repleta de personajes extravagantes. En el fondo, es la historia de una joven que se enfrenta a sus propios dones y acepta que nadie es "normal".